Ed. Diario Progresista (www.diarioprogresista.es), 13 de junio de 2013
Estimado Sr. Jarvier Font:
Le escribo estas líneas como persona con discapacidad que no se siente representada por sus recientes declaraciones en un medio de comunicación, cuando se supone que su organización, el CERMI, me
debería representar, aún no siendo residente en Madrid, al ser una Plataforma Estatal. Me explico.
No me puede representar alguien que en pleno ataque a la llamada Ley de Dependencia, se dedica a criticarla en nombre de la autonomía. Lo siento, pero, aunque soy autónomo ahora mismo, no soy egoísta e insolidario. Mi vida tiene una máxima: "No hay "salvación" si no es con todos". Podría ignorarlo, como hace ud. fingir que no exista Alberto, que no existe Alba, que no existió el hijo de mi amigo Carlos, pero quiero poder mirarme al espejo cada mañana y soportar mi reflejo.
Quién dice, como Ud. ha dicho, que la Ley de Dependencia es poco menos que inútil porque no fomenta la Autonomía Personal es indirectamente, insultar a mujeres como mi amiga Aurelia y a su hijo.
Le recuerdo que una gran parte de la discapacidad está representada por gente como ellos. ¿Qué pretende el CERMI hacer con estas personas? Estas personas, nunca podrán tener la Autonomía Personal que
ud. predica, junto a otras organizaciones como el Foro de Vida Independiente o la Plataforma PREDIF, con ASPAYM a la cabeza. ¿Qué futuro tienen ustedes reservado para esas personas?
Por supuesto, yo no tengo nada contra la vida independiente, yo mismo lo soy, repito. Pero me parecería egoísta y cobarde decir "tonto el último" y salir corriendo olvidándome de las miles de
personas que dejo atrás. En su caso, esa actitud sería mucho más ofensiva ya que se supone que Ud. es el Capitán de este barco y solamente las ratas saltan por la borda antes que nadie, el Capitán
debe ser el último que salte del barco, después del último tripulante, aunque sea de tercera o incluso esté en la bodega, de polizón.
Aparte de la falta de autoestima propia de quien intenta hacerse más grande e independiente a costa de los más débiles, solamente se me ocurre un motivo para ese comportamiento: satisfacer su vanidad
estando a bien con el poder.
En fin, sea como fuere, yo no pienso abandonar a estos miles de personas representadas en Plataformas, porque cada una de ellas vale lo mismo, sino más, que yo mismo. De lo contrario, se me indigestarían los canapés.